EL PARTIDO
Sacrificio fue la palabra clave para el conjunto de Cruz Azul que se distribuyó en la cancha con la consigna de disimular la ausencia de Jaime Lozano con la conjunción de tres jugadores: Fausto Pinto, César Villaluz y Javier Orozco, tripleta que mostró una cara cementera casi desconocida la cual privó al rival poblano del festejo semifinalista.
"Tito" Villa no logró ser todo aquello que demostró a lo largo de 17 fechas, ni sus goles ni su espectacularidad por aire aperercieron para destrozar anímicamente al rival, pero no hizo falta, pues el delantero argentino con gran humildad corrió como auténtica liebre para ayudar a sus compañeros a despejar la media cancha y aguantó la marca personal de tres elementos poblanos, entre ellos el pegajoso Acosta y "Cherokee" Pérez, camoteros que le respiraron a en el oído durante 90 minutos.
Una auténtica noche de redención entre los maquinistas y su afición, pues los tres artífices de la victoria anotaron lo que fue su primer gol en la actual temporada de La Máquina, ¡vaya momento que eligieron para celebrar con su gente!.
El primero en la fila fue César Villaluz, canterano cementero que desde inicio del 2009 había tenido más bajas que altas en el terreno de juego. El dorsal 18 robó el balón en la media cancha, recorrió el sector izquierdo buscando a Villa, quien tropezó con Villalpando al momento de recibir el servicio, sin embargo, "Tito" ya en el suelo himnotizó la redonda para que esperara la pierna de Villaluz, quien quedó sin aliento tras celebrar el 1-0.
Puebla, muy lejos del nivel y entusiasmo que tuvo en el Cuauhtémoc la semana pasada, igualó al 30', Olivera descolgó por parcela izquierda y sacó de su guarida a Corona. El poblano recortó al jugador celeste y con un disparo raso cruzado empató los cartones 1-1.
Fue entonces el chance del "Catita" Domínguez para firmar la que hasta este momento, es su única anotación a lo largo del Apertura 2009. Gracias a un servicio de Rogelio Chávez, el zaguero azul conectó con la frente para el 2-1 al 34'.
El complemento fue todo para el local, jugadas de pizarrón, servicios en diagonal, contragolpes que se quedaron sin llegar a la portería pero que emocionaron a los asistentes al escenario futbolístico. El cronómetro marcó el 52', Peñaloza decretó un tiro libre directo y Pinto fue el designado para meter la pierna.
Al mero estilo de Lozano, Pinto impactó el balón tras una danza en puntillas de Villa, jugada de pantalla que terminó en el fondo de la portería camotera que recibió el 3-1 de la noche, también el primero de Pinto desde el pasado 25 de julio.
Sin ánimo, sin ángel, sin conocimiento de causa, Puebla entregó poco a poco la estafeta a Cruz Azul que decidió bajar la intensidad de sus arribos sin dejar de habitar la zona camotera.
El último respiro del visitante lo dio de nueva cuenta Olivera, quien aprovechó un mal rechace azul para anotarle por segunda en el partido al equipo de Enrique Meza y cerrar la cuenta al 91'
con el 3-2.
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